El impacto de los aranceles sobre el empleo en Estados Unidos: un riesgo económico creciente

Un reciente estudio titulado «Tariff Analysis Impact on States», realizado por la Universidad de Texas y auspiciado por la Texas A&M International University, advierte sobre los graves efectos económicos que podría generar la imposición de aranceles elevados a las importaciones provenientes de México y Canadá. Según el informe, si la administración del presidente Donald Trump decide aplicar un arancel del 25% a todas las importaciones de estos dos países, junto con un 10% a los recursos energéticos canadienses, Estados Unidos podría perder hasta 4.3 millones de empleos. El análisis se centra en 15 estados clave con alta integración comercial en la región y muestra que los sectores más vulnerables serían los de manufactura, agricultura y minería.

El estudio detalla que, en un escenario moderado, alrededor de 1.08 millones de empleos podrían verse afectados solo en los estados analizados. Sin embargo, si la situación empeora, el número total de empleos perdidos podría alcanzar los 4.3 millones. El sector manufacturero se destaca como el más afectado, con 3.7 millones de empleos en riesgo. Además, la agricultura y la minería también experimentarían grandes pérdidas, con más de 633,000 empleos en juego. Estos efectos, según los expertos, no solo impactarían a las regiones más dependientes del comercio con México y Canadá, sino que podrían extenderse incluso a estados con una menor vinculación comercial.

Por otro lado, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha mostrado preocupación por los posibles efectos de la guerra comercial impulsada por el presidente Trump. En su reciente Libro Beige de perspectivas económicas, la Fed advirtió que la imposición de tarifas adicionales podría provocar un repunte inflacionario en el país, lo que afectaría el poder adquisitivo de los estadounidenses. De acuerdo con el informe, aunque la actividad económica en el país ha registrado un «aumento moderado», los aranceles podrían llevar a un aumento en los precios de productos y servicios, afectando a los consumidores de manera directa.

El estudio de la Universidad de Texas también señala la profunda integración económica de América del Norte, destacando que el comercio intra-regional representa el 30% del PIB mundial y genera 1.8 billones de dólares en comercio anualmente. Esta interdependencia entre Estados Unidos, México y Canadá, consolidada a lo largo de décadas con acuerdos como el TLCAN, ha creado cadenas de suministro complejas y vulnerables a las políticas comerciales restrictivas. La imposición de aranceles podría desestabilizar estas relaciones, afectando a millones de trabajadores en ambos lados de la frontera y poniendo en peligro la estabilidad económica regional.

Link de referencia.