La victoria de Dua Lipa: Un precedente importante para los artistas
Escrito por Jesus el marzo 31, 2025
La reciente victoria de la artista británica Dua Lipa en un caso relacionado con su éxito Levitating ha marcado un hito significativo en la industria musical. El 27 de marzo, el Tribunal Federal de Nueva York desestimó la demanda presentada por Larball Publishing Company y Sandy Linzer Productions, quienes acusaron a Lipa y sus coautores de haber copiado elementos de dos canciones disco de los años 70. El fallo, que refuerza la protección legal para los artistas, no solo deja claro que los elementos comunes de la música no son protegibles, sino que también establece un precedente clave para futuros casos en la música.
El caso se originó cuando los demandantes señalaron similitudes en la melodía de Levitating con las canciones Wiggle and Giggle All Night (1979) y Don Diablo (1980). Sin embargo, la jueza Katherine Polk Failla concluyó que los elementos compartidos, como una escala descendente y una nota adicional, son comunes en la música y no representan una expresión original suficiente para ser protegida bajo derechos de autor. Esta decisión refuerza la idea de que la música, en su esencia, se nutre de patrones y elementos universales que no deben ser considerados como propiedad exclusiva.
A lo largo del juicio, los demandantes intentaron argumentar que otros aspectos, como el estilo de canto o el tempo, podrían justificar una infracción. No obstante, la jueza desestimó estos argumentos, considerando que carecían de la originalidad necesaria. En su fallo, citó que «un estilo musical o una función musical no pueden ser protegidos porque eso impediría por completo el desarrollo futuro de la música». Estas palabras resuenan con fuerza en un mundo musical donde la innovación se construye sobre la base de lo que ya se ha creado.
La influencia de otro caso reciente, el de Ed Sheeran contra Structured Asset Sales, también jugó un papel importante en la decisión de la jueza Failla. En ese caso, el tribunal estableció que los «bloques básicos» de la música, como acordes y ritmos, no están sujetos a derechos de autor. Este precedente refuerza la postura de que las similitudes entre canciones deben ir más allá de lo que son patrones genéricos y comunes para ser considerados infracciones legales. Así, la victoria de Dua Lipa no solo protege su obra, sino que abre un camino más claro y justo para los artistas en la música moderna.