Taylor Swift recupera el control total de su música: ahora es dueña de toda su musica

Después de una prolongada batalla legal y emocional que se extendió por seis años, Taylor Swift ha anunciado que ha recuperado los derechos de sus primeros seis álbumes, convirtiéndose en la propietaria total de su catálogo musical. Este logro marca un hito significativo en la industria musical y en la carrera de la artista.

En 2019, Swift perdió los derechos de sus grabaciones originales cuando Big Machine Records, su antigua discográfica, vendió su catálogo al productor Scooter Braun. Esta transacción, realizada sin el consentimiento de la cantante, provocó una disputa pública y llevó a Swift a tomar medidas para recuperar su trabajo.

Braun posteriormente vendió los derechos a Shamrock Capital en 2020. Aunque Swift intentó negociar con Shamrock, las condiciones no fueron satisfactorias, lo que la motivó a iniciar la regrabación de sus álbumes bajo el sello «Taylor’s Version». Hasta la fecha, ha lanzado nuevas versiones de «Fearless», «Red», «Speak Now» y «1989», todas las cuales han sido bien recibidas por crítica y público.

El 30 de mayo de 2025, Swift anunció a través de una emotiva carta en su sitio web que había adquirido oficialmente los derechos de sus seis primeros álbumes, incluyendo «Taylor Swift» (2006), «Fearless» (2008), «Speak Now» (2010), «Red» (2012), «1989» (2014) y «Reputation» (2017). Además de las grabaciones maestras, la compra incluye videos musicales, películas de conciertos y canciones inéditas.

Aunque no se ha revelado la cifra exacta de la transacción, se estima que el acuerdo con Shamrock Capital se cerró por una suma cercana a los 300 millones de dólares. Swift expresó su gratitud hacia Shamrock por su manejo respetuoso durante las negociaciones y agradeció a sus fans por el apoyo constante que hizo posible este logro.

La determinación de Swift por recuperar sus derechos ha generado un debate más amplio sobre la propiedad intelectual en la industria musical. Su caso ha inspirado a otros artistas a buscar mayor control sobre su trabajo y ha resaltado la importancia de los derechos de autor en la era digital.

Con este logro, Taylor Swift no solo asegura su legado artístico, sino que también establece un precedente para futuras generaciones de músicos que buscan mantener la propiedad de su obra.

Este acontecimiento marca el inicio de una nueva era para Swift, quien ahora tiene el control total sobre su música y continúa siendo una figura influyente en la industria musical global.